Comentario
Capítulo treinta y cuatro
De la superstición que usavan los que ivan a visitar la rezién parida, y de otros ritos que se guardavan en la casa de la rezién parida
Aquí se pone la cerimonia que hazían las mugeres a las rezién paridas. En sabiendo que alguna parienta havía parido, luego todas las vezinas y amigas y parientas ivan a visitarla para ver la criatura que havía nacido. Y antes que entrassen en aquella casa fregávanse las rodillas con cenize, y también fregavan las rodillas a sus niños que llevavan consigo, no solamente las rodillas, mas todas las coyunturas del cuerpo. Dezían que con esto remediavan las coyunturas que no se afloxasen. También hazían otra superstición: que cuatro días arreo ardía el fuego en la casa de la rezién parida, y guardavan estos cuatro días con mucha diligencia que nadie sacasse fuera el fuego, porque dezían que si sacavan fuego fuera quitavan la buena ventura a la criatura que havía nacido.